lunes, 30 de enero de 2012

Relato digital

Nervios, excitación, y a la vez miedo.

Es el día. Lo llevas esperando durante meses mientras organizabas ese gran evento. Pero ahora, una hora antes no puedes dejar de pensar, te entran las dudas.

Hace ocho años que le conozco y seis que comenzamos a salir. Es generoso, amable, cariñoso y divertido, pero a veces es arisco y violento. ¿Es esto lo que quiero? ¿Saldrá bien? ¿Y si me hecho atrás?¿ Y si no somos realmente felices?

 -Cariño, ¡Dentro de poco estaremos unidos para siempre! ¡Nunca te haré daño, siempre te querré!


Me desperté y no recordaba nada. En el baño, el espejo estaba roto, pero pude vislumbrar mis labios cortados y mis pómulos inchados. Vi que se acercaba por el espejo.

Me desperté por segunda vez en el hospital, al parecer estaba esperando un bebé y me había desmayado sobre los cristales del espejo, me dijeron.

Tomé la decisión. ¡No! No es lo que quiero y sí, saldrá bien. Yo y mi bebé lucharemos por nuestra supervivencia. No me echaré atrás. Seguiremos adelante y empezaré de nuevo.

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