martes, 13 de diciembre de 2011

HISTORIA FAMILIA


-Nina, aquella chica problemática que iba a la clase de mi hermano. Si, esa misma acabó con toda mi paciencia. Era la chica guapa a quien todos seguían pese a su forma de tratar a la gente, por eso nadie la enfrentaba ya que era una experta en la oratoria y siempre conseguía lo que quería. Pero cuando alguien la enfrentaba se arrepentía de haberlo hecho. No podía ser que actuase de ese modo, como si solo existiese ella, sin importarle lo más mínimo el dolor y los disgustos que le causaba a los demás.

Ambos siempre habían cuidado de Nina las veinticuatro horas del día  le habían proporcionado todo lo que necesitaba. Pero ya desde pequeña desarrolló su carácter de rebeldía. Con tan solo cinco años se dedicaba a untar las sillas de sus compañeros con pegamento, cogía gusanos y los metía en los bocadillos de sus compañeros, pero cuando tenía que hablar con los adultos se comportaba con mucha cordialidad y dulzura, razón por la que hiciese lo que hiciese siempre la perdonaban tanto los profesores como los padres. Cuando sus padres la reñían se transformaba en un angelito lleno de tristeza que pedía perdón desesperadamente y mentía sobre la culpabilidad del asunto. Así fue como se convirtió en una niña consentida, que a los ojos de sus padres era la buena y las demás las niñas malas y mal criadas que distraían a su hija.

A medida que fue creciendo su comportamiento empeoró. Pasó de robar lápices en clase a robar todo tipo de cosas en las tiendas, y cuando la llevaban a comisaría la culpa era de sus amigas, y ella solo las había acompañado, mientras que las pobres inocentes eran despreciadas por sus padres. Ya no asistía a clase, fumaba, se emborrachaba, se juntaba con chicos mayores...

Todas sus compañeras ya no la aguantaban, sabían como era, el dolor que había causado ridiculizándolas delante del instituto, marginándolas y alejándolas de sus amigas siempre que alguien le llevaba la contraria o ponía en peligro su popularidad. En cambio a los chicos no les importaba, especialmente a mi hermano, y fue cuando estallé.

Este era el momento de que la familia actuase. Mi hermano estaba cegado. Era el típico buenón, estudioso y responsable, pero Nina lo transformaba cada vez pasaba mas de los estudios, papá y mamá sufrían porque muchas veces no volvía a casa, fumaba, había sido arrestado. ¿Quién podía haberlo imaginado? Le gustaba tanto que hacía cualquier cosa por ella, y lo malo era que ella también se había empezado a enamorar. Pero eso no me importaba, estaba destrozando su vida, la vida de mi familia y no se lo iba a permitir.

Fue le única vez que fui cruel, pero con el fin de ayudar a mi hermano.

Con las llaves de mi hermano, rebusqué en su habitación y encontré una caja llena de pastillas de droga y les conté a sus padres todo lo que hacía. Cogí una de esas bolsas y la metí en su chaqueta. Y algo terrible pasó. Ese día tanto ella como mi hermano estaban enfermos, y mi hermano le pidió una pastilla para la tos, con la mala suerte que usó las que yo había metido, y por alguna razón le dio un coma. Estuvo ingresado durante dos semanas, hasta ahora. Por eso, quiero aprovechar este momento con toda la familia para pediros perdón a todos. Sobre todo a ti Nina, que he visto lo mucho que te importa mi hermano, y he podido ver a la verdadera Nina. Y espero que de ahora en adelante seas como estas últimas semanas y superes este mal trago junto a nuestra familia. Lo siento.-

Con esta ultima palabra, Javi abrió los ojos. Se despertó de este sueño largo que había tenido y vio a toda la gente a la que él quería.